El granero de la antigua Roma, ha sido capaz de acoger de buen grado o a la fuerza a griegos, cartagineses, romanos, bizantinos, árabes, normandos, catalanes y franceses que han dejado su huella en lugares como Palermo, Monreale, Trapani, Agrigento, Messina, Taormina, Catania o Siracusa, en una isla dominada geográficamente por el Etna. Pero sin duda, una de los legados arquitectónicos más espectaculares de la islas viene dado por los templos griegos que todavía se mantienen en pie.
En Agrigento se levantaba la antigua ciudad griega de Akragas,
una de las más destacadas de la Manga Grecia. Se levantó sobre una meseta
siendo una colonia de Hiela fundada en el 582 aC, que la denominaron Akragas y
creció rápidamente, convirtiéndose en una de las colonias de la más ricas y
famosas. La antigua Akragas cubre una vasta zona, gran parte de la
cual todavía está hoy sin excavar, pero está ejemplificada por el famoso Valle
dei Templi “Valle de los Templos”, un término del todo equivocado, ya que están
más bien en posiciones estratégicas sobre un cerro montañoso, más que en un
valle.
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